Una fiesta con sabor a lo nuestro

Fiesta en Coclé

Mi hermana me propone que la acompañe a un cumpleaños en la comunidad de Miraflores, a unos 25 minutos de Penonomé. Una familia amiga la había invitado al cumpleaños número 75 de los abuelos de casa.

Aunque no sabía exactamente el destino me lancé a la aventura con la seguridad de que estaría rodeado de mucho calor humano,  folclore coclesano y el sabor de lo nuestro.

Al llegar me di cuenta que me faltaba un accesorio de vestir, prácticamente todos los hombres lucían un sombrero de pintas (sombrero pintao) muy bien cuidado, probablemente reservado para los días de fiesta. Sin duda tendrán otro para la faena diaria.

Sabor a lo nuestro

Después de la calurosa bienvenida me brindaron una sopa de carne. Aunque no soy un amante de las sopas, descubrí que ésta sopa si está entre mis preferidas. Un rico sabor ahumado me hizo acabarla casi sin respiro.

Después de reposar unos minutos me invitaron a conocer la casa. Un rancho en la parte trasera de la casa protegía de las inclemencias del tiempo al asado. Una mesa de madera rústica cubierta por bloques de cemento y piedra servía de base para la leña.

En una parrilla la carne era asada, mientras que en un delgado tronco, en la parte superior de la mesa, eran colgadas tiras de carne para ser ahumadas.

La carne en la parrilla era cubierta por hojas para proporcionarle ese rico sabor ahumado que tanto me cautivó con la sopa.

Como en tiempos pasados, cuando la música grabada no era común en el campo, varios músicos se dieron cita para alegrar la fiesta y ponerle sabor a lo nuestro.

Con el sonido de la cumbia al ritmo del tambor y el acordeón los invitados no dudaron en salir a la pista de baile. Mientras otros disfrutaban de una agradable charla en el rancho.

La atención fue de primera, siempre estaban pendientes de que me sintiera a gusto. Con su trato amable siempre me hicieron sentir como si estuviera en familia.

Fui testigo de una fiesta tradicional en el campo, donde el folclore se refleja en cada esquina, en cada momento, en el sentir de cada uno de los integrantes de una de las familias de la comunidad de Miraflores. Una amable familia que tuve la dicha de conocer.

Ahumando

Asando

 

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